REFLEXIONES DE DOMINGO: “PANAMÁ PAPERS”
Me gusta eso de los Panamá Papers, es muy de los 2000. Me recuerda a esas cosas de cuando Apple no era tan Apple y Jobs hacía sus presentaciones zen con sus keynote y sus papers.
Jobs no está. Apple parece que ya no empieza a estar. Los panamá papers acaban de aparecer interrumpiendo en la escena como un coro griego presentando el contexto de la situación.
Abre la AEAT su plazo para la presentación del IRPF. Aparecen los papeles. Montoro afila sus manos recordando a aquellos dibujos animados que, como si de un Nostradamus moderno fuera, predijeron la presidencia de Donald Trump en los «Iu Es Ei».
Hay post, noticias, tuits, muros de «feisbu«, columnas… «todos los que tienen cuentas han robado”, “las usan para defraudar”, dicen.
Algún atrevido dice que tener una cuenta en Panamá no es delito. Algún atrevido dice que si han presentado un papelito ante los corsarios y la han declarado es legal (algo de un 720, dicen). ¡No habría ni una infracción administrativa!. Otros dicen que hay un convenio de doble imposición con España y no es un refugio fiscal. Gente hay pató en la búsqueda de su paraíso.
Toda esta situación parece sacada de los libros de Asterix y las doce pruebas donde entraban en «la casa que enloquece» buscando un modelo para presentar y cuya única solución fue inventarse un modelo, revertir la situación y volver locos a aquéllos simpáticos funcionarios romanos.
Me resulta curioso entender el porqué debe considerarse ilegal el hacer una sociedad en Panamá de acuerdo con las leyes panameñas. Es como si uno va al Notario en la Castellana, constituye una sociedad y le acusan de defraudar. Ya se que es un razonamiento naif y que algunas cuentas son para causar un mal a los países de origen del contribuyente y a la humanidad. Sobre todo, las cuentas en Panamá de gente como el rey de Arabia Saudí trasladando conceptualmente nuestro sistema tributario con el suyo.
Me llama la atención leer como nos quejamos porque pagan impuestos en otro país.
Yo decía el otro día en un tuit que lo lógico, razonable y humano es pagar la menor cantidad de impuestos dentro de la legalidad. Creo en esto.
Digo yo que, de repente, si a alguien se le ocurre bajar los impuestos la gente que puede permitirse abrir una cuenta en Panamá entiende que el esfuerzo en este sentido carece de lógica y rentabilidad y establece España como lugar de pago preferente de tributación. Digo yo que, de repente, el Estado, en vez de pretender aprehender nuestros dineros en los mayores porcentajes conocidos en la historia reciente de España podría hacer una política que acercase a los contribuyentes a sus administraciones tributarias.