En el episodio de hoy, post absurdos para juristas absurdos, vamos a abordar el precioso tema de una nueva reflexión. A Alfredo Herranz @Alfherranz le encantó el anterior post porque animaba a los demás a trabajar por mi. Error, mi reflexión regala una idea de una línea de trabajo sobre un problema que puede surgir en cualquier momento.
El POST reflexionaba sobre el derecho de desistimiento en las criptomonedas como elemento no financiero exento sobre la base de que ciertos valores no es lógico que puedas desistir a los 14 días porque compras una inversión cuyo valor fluctúa, de ahí el negocio o ganancia/pérdida, y su regulación como tal. Como las criptmonedas no están reguladas entiendo que cabe (arriesgado) ejercitar el derecho de desistimiento ante una compra y que baje el valor de las mismas.
Bueno, eso es otro tema.
El tema de hoy es la reflexión sobre el incumplimiento de las condiciones esenciales del contrato basada en la modificación de códigos en el software y el derecho a la acción del art 1124 Cciv -aunque no es del todo cierto lo que voy a explicar, como post banal y vacío que pretende ser-.
La historia es la siguiente, cuando uno compra un software compra unas determinadas condiciones del mismo, condiciones esenciales porque te presta los servicios que adquieres, con posterioridad, muchas veces, este software lo modifican, lo retiran y te obligan a comprar la nueva versión.
Los puristas que lean este blog de corta y pega, que no pretende ser una reflexión sesuda ni novedosa, igual nos dicen… uy, uy, la propiedad intelectual, el i+d+i del producto. Bien, si. De acuerdo, li pripiidid intilictiill,li pripiidid intilictiill, pero digo: ¿yo, que compré un software, tendré derecho a utilizarlo hasta que me salga de las narices?, ¿si el contrato comprometía que se prestaban unos servicios y esos ya no se prestan pues habrán incumplido un contrato? y ¿tendré derecho a resolverlo y que me indemnicen, no?
En fin, otro post de los que gusta este blog, sin hablar de derecho.
PD.- En breve volveremos al corta y pega que nos ha hecho mundialmente famosos.